La reforma tributaria que impulsaba el gobierno del presidente Boric, era un esfuerzo por financiar de manera fiscalmente responsable un desarrollo sostenible en términos sociales, económicos, políticos y medioambientales.
Tras ser rechazada la idea de legislar la Reforma Tributaria, con 73 a favor, 71 en contra y tres abstenciones (uno de ellos parlamentario de oposición de la región) , las autoridades regionales expusieron su descontento con la votación, que iba en directo beneficio del proyecto para el aumento de la PGU a 250 mil pesos, reducción de las listas de espera, aumento en la salud primaria, entre algunos, resguardando criterios de justicia y reducción de la desigualdad.
Respecto al resultado negativo que se produjo en la Cámara de Diputados, el Delegado Presidencial, Ricardo Sanzana Oteíza manifestó que, “Esta es una reforma que está en el núcleo fundamental, que considerada gran parte del programa que pretendíamos financiar. Lo que aquí ha ocurrido es un gusto que se ha dado una fracción política de nuestro país sin pensar en las personas que hoy día están necesitando que nosotros avancemos en mayor justicia social y económica. Hoy el Presidente Gabriel Boric había anunciado la sala cuna universal, que venía a generar condiciones en igualdad para las mujeres, que se solventaría justamente con esta reforma. Agregando que “la Reforma consideraba, el impuesto a los súper ricos, y venía a financiar lo que en algún momento el estallido social dejó de manifiesto que se requería cumplir. Esto ha significado darle la espalda a todo nuestro pueblo y todas nuestras vecinas y vecinos que seguirán esperando”, expresó la autoridad regional.
Los objetivos que la reforma tenía eran aumentar tanto la recaudación como progresividad a través de un nuevo pacto fiscal. El proyecto se organizaba en cuatro grandes áreas: medidas contra la evasión y la elusión; modernización de procedimientos tributarios; modificaciones en bases o tasas impositivas (impuesto a altos patrimonios); y beneficios e incentivos para los contribuyentes. El Gobierno había dividido el proyecto para facilitar los acuerdos y el que hoy se ha rechazado era el primero que se votaba en la sala.
El Seremi de Gobierno, Nicolás González Gutiérrez, explicó que esta no fue una decisión precipitada, sino más bien fueron meses de trabajo y diálogo, en donde se realizaron modificaciones y se conversó con cada uno de los parlamentarios. “Lo que buscaba la reforma tributaria era costear más derechos sociales y por sobre todo mejorar la calidad de vida de nuestros jubilados, quienes se vieron tremendamente perjudicados con esta votación. El objetivo de este proyecto era poner en el centro a las personas, pero esta vez primaron las ideologías, por sobre los intereses colectivos”, subrayó el secretario de Gobierno.
Golpe para las pymes
El Seremi de Hacienda, Alejandro Montalar, hizo hincapié en que “las micro, pequeñas y medianas empresas recibieron un duro golpe, puesto que la reforma rebajaba el Impuesto a las Pymes que este año debían volver a tributar por un 25% tras el 10% que se había rebajado por la pandemia. El nuevo calendario de aumento gradual considerado en el proyecto era de un gravamen de 13% en 2023 y de 20% en 2024, para subir a 25% recién en 2025. Pero como se rechazó el proyecto de ley, la tasa de impuestos para las Pymes subirá de inmediato a 25% este año.