La acción busca mejorar la convivencia vial en una de las principales vías de la ciudad, manteniendo una banda bidireccional para uso exclusivo de ciclos.

Con el inicio de los trabajos de reestructuración de las ciclobandas temporales de 18 de Septiembre, la Municipalidad de Arica concretó uno de los compromisos adoptados con el gremio de taxis colectivos para mejorar la circulación vial de la ciudad, especialmente desde y hacia el centro.

Durante una mesa que involucró al municipio, al transporte público y a los ciclos, se estableció la modificación de las ciclobandas de 18 de Septiembre para ayudar a descongestionar una calle cuyo flujo vehicular aumenta críticamente con el ingreso de escolares y universitarios a clases. Eso sí, dicha modificación no podía dejar de considerar a las cientos de personas que circulan de manera segura por el sector, utilizando medios de transporte no convencionales.

“Este fue un acuerdo que sostuvimos con los gremios de taxis colectivos y con los ciclistas, para poder ayudar a la descongestión del centro y lo que hicimos fue reubicar la ciclobanda de un sector”, explicó el alcalde Gerardo Espíndola.

La idea del municipio es reubicar la ciclobanda que va de mar a cordillera hacia el otro sector, dejando más espacio para el traslado vehicular, mientras se mantiene un circuito para que bicicletas, scooters eléctricos, skates, patines y otros puedan circular sin riesgo de accidentes.

Dicho cambio ocurrirá una vez salga el pronunciamiento de la Seremi de Transporte, que permita modificar la actual banda unidireccional, reconvirtiéndola a una de doble vía. “Ahora se está a la espera de que la otra ciclovía pueda ser autorizada en ambos sentidos, de este modo no afectamos a los ciclistas y no los exponemos a morir, que fue una de las principales situaciones por las que se hacen las ciclovías. Lo segundo es poder agilizar el tránsito en ese sector”, señaló el jefe comunal.

Junto con ello, la máxima autoridad comunal recalcó el compromiso por parte de la propia Seremi de una fiscalización permanente al sector, que evite que los vehículos utilicen la otrora ciclovía como estacionamiento, situación que dejaría sin efecto alguno el esfuerzo edilicio.

“Lo fundamental es que desde la Seremi de Transporte se comprometieron a fiscalizar que no haya vehículos estacionados y esperamos que dicho compromiso se cumpla, sino vamos a tener el mismo problema y peor aún porque no va a haber un espacio de protección para los ciclistas”, sentenció Espíndola.