Desde la localidad rural de Calachoco – Ofragía ubicada a 5km del pueblo de Codpa, el Club de Adulto Mayor “Eterna Juventud”, rescató sus raíces de folclore andino a través de talleres y capacitaciones, los cuales fueron financiados por el Fondo de Fortalecimiento de las Organizaciones de Interés Público (FFOIP) del Ministerio Secretaría General de Gobierno.
La iniciativa nació con la idea de buscar en las expresiones artísticas-musicales del folclore andino no tan sólo un rescate cultural, sino que impactar positivamente en la salud mental de los adultos mayores, que a raíz del aislamiento provocado por la pandemia, sintieron que se había deteriorado, provocando estados de angustia, ansiedad y tristeza. Es por esto, que la organización basándose en estudios, como el de la Universidad Northwestern, en EE.UU., que explica que la reconexión con la música ayudaría a superar estados depresivos o de angustia, vio en el folclore un excelente conector para fortalecer el bienestar y mejorar las relaciones socioculturales.
Mediante los recursos del fondo, el club se equipó con los diversos instrumentos que darían vida a la banda Eterna Juventud, la cual tras varios ensayos y pruebas, realizó su primer concierto ante la visita del Seremi de Gobierno al poblado. “Ver cómo los adultos mayores de la localidad disfrutan de la música, del folclore, reviven sus raíces y se llenan de alegría y vitalidad, es algo reconfortante. Es ahí cuando vemos que el FFOIP puede marcar una diferencia positiva en una comunidad. Como ministerio cumplimos nuestra misión de apoyar a las organizaciones y en especial a los adultos mayores, sobre todo después de que lo han pasado tan mal por la pandemia, y por ello, nuestro compromiso como Gobierno continuará con las personas mayores como uno de los principales ejes, con el fin de mejorar su calidad de vida”, comentó Víctor Hugo Sepúlveda, vocero de gobierno de Arica y Parinacota.
Tras su primera presentación en público, Elsie Zavala, presidenta del club, explicó que la intención es continuar con la música y el folclore. “Es primera vez que nos adjudicamos este fondo, el cual nos sirvió para dar el puntapié inicial a este gran trabajo. Queremos seguir con la música, para muchos adultos mayores el tocar los instrumentos, el recordar sus cánticos, los llenó de alegría y vida. Ahora que tenemos los materiales, esperamos poder seguir tocando y aprendiendo”.
Fue así como 10 fueron los beneficiarios directos del fondo, oriundos de la localidad de Calachoco – Ofragía, que tras más de un año de incertidumbre y temor al Covid-19, volvieron a vibrar al ritmo de sus ancestrales cánticos.