El conteo de tarucas (Hippocamelus antisensis) es el primero de dos que realiza CONAF durante el año.
La taruca (Hippocamelus antisensis), especie también conocida como huemul del norte o ciervo andino, es un animal con un alto riesgo de extinción. Por eso mismo, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) se encarga de monitorear semestralmente la cantidad de ejemplares que viven en territorio chileno.
Y pese a lo delicado de la situación de estos animales, el conteo realizado durante la tercera semana de abril en Putre fue clasificado de positivo por el equipo dirigido por Esteban Zuñiga Campos, Jefe de Departamento de Áreas Silvestres Protegidas y Luis Araya Villazón, Jefe de Área Putre ya que a través de avistamientos directos e indirectos se pudo contabilizar a 45 tarucas en los sectores de Putre y de Chapiquiña en precordillera.
“De este censo podemos decir que en estos dos lugares establecidos sí tenemos presencia de Tarucas. En número, Putre lidera en cantidad de Tarucas avistadas directamente. En Chapiquiña pudimos avistar tarucas de manera directa y también de manera indirecta mediante huellas, fecas y astas lo que quiere decir que hay presencia de la especie, pero que no logramos verlas todas en vivo y en directo”, aseguró Luis Araya Villazón, jefe de Área Putre.
La cantidad de tarucas fue a través de 5 avistamientos grupales, en los que se logró identificar a 5 machos juveniles, 16 hembras adultas. 1 cría, 1 hembra juvenil y 22 que debido a la distancia del avistamiento no pudieron determinarse. “La taruca siempre está asociada a áreas de cultivos agrícolas, entonces en donde hay más presencia de tarucas es en Putre porque hay más actividad de este tipo o en Chapiquiña porque está asociado a este polo productivo”, agregó Araya Villazón.
El registro poblacional fue efectuado en esta oportunidad por un equipo de cuatro funcionarios CONAF: Walter Calle, Luis Araya Villazón, Sandro Flores y Álvaro Tralma, quienes en cuatro jornadas matutinas y vespertinas, homologaron los horarios de la taruca y transitaron 12 sitios predefinidos, a través de transectas o trayectos determinados.
Para la directora regional de CONAF, Catherine Opazo Rivera, estos conteos son muy importantes “porque nos va a ayudar a distinguir comportamiento, momentos del día en que se alimentan o se mueven para tomar agua, cómo se agrupan, hacia dónde se desplazan, la reproducción, el modo de apareo y la dominancia. Esta información es muy relevante para poder realizar planes de preservación de la especie en un futuro”.
Este es el primer censo o conteo que realiza CONAF durante el año. El segundo se realiza entre los meses de septiembre a noviembre y permite definir comportamiento y población en los meses siguientes.